LUNES 5 DE JULIO
PRÁCTICAS DEL
LENGUAJE
Un cuento con
gigante
Vamos a leer “Juan y
los frijoles mágicos
Había una vez un
terrible ogro que le robó a un mercader todo su dinero. Cuando el mercader
murió, su viuda y su hijo, Juanito, quedaron muy pobres. Cierto día, la mamá de
Juanito le ordenó que llevara su única vaca al mercado, y que tratara de que le
dieran por ella la mayor cantidad de dinero posible. Juanito obedeció y, en el
camino, se encontró con un extraño viejito de acento irlandés y una larga barba
blanca. El anciano llevaba en una bolsita de cuero amarrada a su cinturón, unas
cuantas semillas de colores. El viejito le ofreció las semillas de frijol a
cambio de la vaca, diciéndole que eran semillas mágicas. A Juanito le pareció
una buena oferta y aceptó.
Juanito regresó a
casa con las semillas mágicas en su mano.
— ¡Mamá, mira! Son
semillas mágicas —exclamó Juanito.
— Muy bien, Juanito.
¿Y qué has hecho con nuestra hermosa vaca? —preguntó su mamá.
Juanito contestó:
— La cambié por estas
maravillosas semillas.
Su mamá se enojó
muchísimo, y tiró las semillas por la ventana.
— ¡Qué tonto eres!
Cambiar nuestra linda vaca por unas semillas sin valor. Hoy no tendremos nada
para cenar —dijo muy triste y disgustada la mamá de Juanito.
A la Mañana siguiente
y cuando Juanito despertó, con asombro descubrió junto a la ventana de la
casita, una enorme planta de guisantes. Pensó que las semillas sí eran mágicas
y, de inmediato, quiso investigar qué tan alta era aquella planta. Así, Juanito
empezó a escalar con gran facilidad.
Juanito ascendió poco
a poco, hasta casi tocar las altas nubes. Ahí pudo observar un gigantesco y
viejo castillo. Juanito creía que todo era un sueño. En la puerta del castillo,
Juanito se encontró a una mujer gigantesca, a quien le dijo:
— Señora, mi nombre
es Juanito, vengo desde lejos y tengo hambre. ¿Puede darme algo de comer?
— ¿Comer? —exclamó
ella— ¡Vete si quieres seguir con vida! Este es el castillo de un malvado
gigante que si te encuentra te comerá... —añadió la enorme mujer.
Sin embargo, al ver
que Juanito estaba muy delgado y que parecía tener mucha hambre, la mujer lo
llevó a la cocina y rápidamente le dio de comer. En seguida se oyeron unos
pasos que parecían truenos.
— Grrr-Grrr... —gruñó
el ogro— Huele a carne humana. ¿Quién anda por aquí? —añadió con enojo.
— Es el cerdito que
cociné para ti —respondió la señora, mientras escondía a Juanito debajo de la
mesa.
Cuando el gigante
terminó de comer con gran voracidad, le pidió a la señora que le llevara su
hermosa gallina.
— ¡Gallina, pon un
huevo de oro puro! —ordenó el gigante.
Y la gallina de
inmediato obedeció. Entonces, pidió que le llevaran su bolsa de monedas doradas
y, con gran avaricia, se puso a contarlas varias veces, una por una. En seguida
pidió su arpa mágica, que podía, por sí misma, tocar bellísima música.
Satisfecho con sus maravillosos tesoros, el gigante empezó a tomar mucho vino
y, finalmente, se quedó profundamente dormido.
— ¡Ahora Juanito!
—exclamó silenciosamente la anciana señora. Y añadió— Ven rápidamente. Toma los
tesoros, porque ellos pertenecieron a tu padre, a quien el ogro mató. Yo
intenté detenerlo pero no pude hacer nada, es un ogro muy malo y terrible.
Lleva los tesoros con tu madre y que sean felices.
Juanito agradeció a
la señora por tal revelación y tomó la bolsa con las monedas doradas y la
gallina de los huevos de oro sin que el gigante despertara. Pero cuando tomó el
arpa mágica, ésta sonó y despertó al gigante. Juanito corrió cuanto pudo, hasta
alcanzar la enredadera de guisantes mágicos. Pero el ogro se acercaba cada vez
más a él, como un veloz trueno enfurecido.
Juanito empezó a
descender rápidamente, tan aprisa como le era posible. El gigante seguía
persiguiéndolo, cada vez más cerca de él. Cuando Juanito llegó a tierra, gritó
en seguida:
— ¡Mamá, mamá...
rápido: tráeme el hacha!
Juanito, que ya no
parecía tan pequeño de lo valiente que era, cortó en seguida la planta mágica.
El gigante cayó a tierra desde las alturas provocando un estruendo terrible y
murió instantáneamente. Juanito y su mamá, con los tesoros de la familia
recobrados, nunca más pasaron tristezas y fueron muy felices.
Estas oraciones cuentan distintos
momentos de la historia de Juan. Ordénalas correctamente
Juan vuelve a casa de su madre con
una bolsa llena de oro.
Un hombre entrega a Juan unos
frijoles mágicos a cambio de la cabra.
Juan llega al castillo de un gigante
y se lleva su dinero.
El gigante persigue a Juan pero cae y
desaparece para siempre.
Juan trepa por la planta gigante
hasta un país extraño.
Relee la siguiente
parte del cuento:
¿Qué palabras del
anciano convencieron a Juan de cambiar su cabra por las semillas?
¿Por qué la madre de
Juan piensa que su hijo es “bobo”?
¿Qué si fueras Juan
y te dijeran lo mismo?
¿Quiénes son los
personajes del cuento?
Buscar en el texto
los verbos , sustantivos y adjetivos y
copiarlos en la carpeta.
MARTES 6 DE JULIO
MATEMÁTICA
MIÉRCOLES 7 DE JULIO
PRÁCTICAS DEL
LENGUAJE
LEER LA SIGUIENTE PARTE DEL CUENTO
¿Qué hizo y qué dijo
la giganta para proteger a Juan?
¿En qué momentos del
cuento pensaste que Juan estaba en peligro?
Redacta una breve
descripción del ogro del cuento, puedes decir
cómo es su cuerpo,
su voz, qué le gusta, dónde y con quién vive.
Escribe los
adjetivos de manera que concuerden con el género y
número del
sustantivo:
Los gigantes
La giganta
Las gigantas
Ordena los
sustantivos y adjetivos de esta lista en la columna que
Corresponde
Juan - giganta - malvados
- gigantes - buenos - enorme -
gigantas - cabra -
castillo - niños - cabras - frijol - frijoles - viejita -
viejito - malvado -
viejitas - viejitos - buena - Juana malvadas -
castillos - niño - niña
- malvada- enormes - niñas gigante - pared -
papel - bueno - buenas
JUEVES 8 DE JULIO
CIENCIAS SOCIALES
RECORDANDO EL 9 DE
ULIO DE 1816
¡LLEGAR A TUCUMAN HA
SIDO UNA AVENTURA! OBSERVÁ ESTA IMAGEN
¡LOS PERSONAJES Y
LUGARES DE NUESTRA INDEPENDENCIA!
REALIZAR UNA LISTA
DE LAS ACTIVIDADES QUE HACES EN TU CASA VOS SOLO, LO CUAL TE HACE
INDEPENDIENTE. POR EJEMPLO ALIMENTAR Y PASEAR A TU MASCOTA. LUEGO DIBUJATE
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